GRABADO DE LA EPOCA DEL PUEBLO MACABEO
La práctica de orar por los difuntos es antigua. El libro 2° de los Macabeos en el Antiguo Testamento nos cuenta: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (2Mac. 12, 46); y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que la Iglesia primitiva acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.
MONJE BENEDICTINO -DIBUJO
En el siglo VI los benedictinos tenían la costumbre de orar por los difuntos al día siguiente de Pentecostés. En tiempos de san Isidoro († 636) en España había una celebración parecida el sábado anterior al sexagésimo día antes del Domingo de Pascua (Domingo segundo de los tres que se contaban antes de la primer de Cuaresma) o antes de Pentecostés.
En Alemania cerca del año 980, según el testimonio de Widukind, abad de la Corvey, hubo una ceremonia consagrada a la oración de los difuntos el día 1 de noviembre, fecha aceptada y bendecida por la Iglesia.
GRABADO DE LA EPOCA SAN ODILO
En el año 998 se instituye por orden del abad San Odilón en todos los monasterios bajo la tutela de la abadía de Cluny; fijando como fecha de celebración el día posterior al de Todos los Santos. Esta celebración se extendió a todas partes, primero entre los benedictinos y cartujos; etc. Recién en el año 1914 el papa Benedicto XV autoriza a los sacerdotes celebrar tres días de misa por los difuntos, costumbre que se extendió especialmente en España, Portugal y América Latina. La celebración en algunos lugares se realiza con ofrendas (comisa, bebidas, flores y regalos) para ayudar a los difuntos en su camino por el inframundo; se mezclan creencias paganas prehispanas con la celebración cristiana.
Culturalmente la muerte no depende solo de lo religioso y lingüístico, sino del contexto histórico que moldea la experiencia y la percepción de los seres vivientes. Por eso "la despedida final" puede ser musical, irreverente, silenciosa, solemne, tradicional o moderna, o una combinación de estas características.
Para los católicos es un día de recogimiento, donde se recuerda a los difuntos y generalmente se asiste al cementerio para rezar por los familiares que ya no están; se acompaña de flores y se orla la tumba del difunto.
En el mundo anglosajón, la tradición del Día de los Difuntos se ha cristianizado en ritos de celebración de origen pagano heredados de las culturas antiguas celtas; conocida como Halloween que se celebra la noche del 31 de octubre.
Dentro de la cosmovisión que tenían los antiguos nahuas de los diversos fenómenos naturales, vida y muerte eran temas de gran importancia; así, en este sentido, la muerte era concebida como una transición entre la vida en la tierra y una nueva vida en el más allá, en compañía de los Dioses.
Para los antiguos mexicanos la oposición entre la muerte y la vida no era tan absoluta. La muerte no era el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección eran estadios de un proceso cósmico, que se repetía insaciable.»
En este contexto, se puede apreciar la idea de que el hombre era un intermediario entre el cielo y la tierra y el responsable de la conservación del cosmos, cuya misión radicaba en perpetuar la creación. «La vida no tenía función más alta que desembocar en la muerte, su contrario y complemento; y la muerte a su vez, no era un fin en sí; el hombre alimentaba con su muerte la voracidad de su vida insatisfecha...
La creación continua del universo dependía del hombre, de la energía vital que era liberada en sacrificios, penitencias, heridas y muertes; rituales que liberaban la sangre humana: «Agua Preciosa», Chalchiuatl, sustento del sol.
Octavio Paz refiere que «... El sacrificio poseía un doble objeto: por una parte, el hombre accedía al proceso creador (pagando a los dioses simultáneamente, la deuda contraída por la especie); por la otra, alimentaba la vida cósmica y la social, que se nutría de la primera.»
Los lugares a donde iban los muertos eran diversos y no dependían de cómo había sido su comportamiento en la tierra, sino del tipo de muerte que habían sufrido.....
FUENTES: Pablo Sandoval Hernández, WIKIPEDIA.ORG
INVITACION ESPECIAL
LUGAR: CASA DE LAS ARTES 999 LA RONDA
EVENTO: "COLADA Y MORADA"
DÍA: Inauguración: viernes 31 de octubre
HORARIO: 19h00
COSTO: Entrada libre
La muestra de fotografía: "COLADA Y MORADA", captura instantes que hablan de los símbolos y las imágenes religiosas y de la profunda fe de las personas. Imágenes que están ahí para ser tocadas, con la esperanza de un milagro, se les reza, habla y canta; se decora la casa con ellas; se las viste de brillantes colores. Para García, sus fotografías retratan la conexión, íntima, que se da entre la gente y sus imágenes, una relación que no solo es espiritual, es también mundana, traviesa y apasionada.
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