viernes, 10 de octubre de 2008

RECORDANDO AL CACHIBA´

ED OSCO, CACHIBACHE...
(SEUDONIMOS)

OSWALDO......


Oswaldo Calisto Rivera nació en Quito el 22 de septiembre de 1979. Estudió en la Uni­versidad Católica Comunicación y Artes, y Ciencias Ancestrales en el ILADES.

Además, se dedicó a la pintura y dejó más de 100 obras termina­das. Murió el 10 de octubre del 2000 cuando apenas cumplía 21 años.
Justamente hoy 10 de octubre cumpliéndose un año más de su partida, LA.KBZUHELA rinde un homenaje sencillo, pero significativo al recuerdo y a la labor literaria de este muchacho que nos dejó premonitoriamente un trabajo elaborado, de calidad, (4 poemarios) y de un contenido distinto para la época, para nosostros, ahora sus lectores; aunque como decía César Vásconez Romero, “tal vez los lectores de Cachibache aún no han nacido”, y quizá así es, sin embargo sabemos que sus textos ya han sido leidos y tratados por varios grupos literarios del país.

Su obra está incluida en los trabajos de investigación que elabora LA.KBZUHELA, "Antología de la Novísima Poesía Ecuatoriana" elaborada por Freddy Ayala Plazarte y la "Maldición del Poeta", elaborada por Johanna López Santos.
JLS

A OCHO LEGUAS DE LAS VOCES DE UNA MARMOTA…
FREDDY AYALA

*I

A Cachibache
El zapato no poeta dice:
Soy zapato.
El zapato poeta
Canta:
Yo soy pie.

*Arte poética de David Guzmán

Me permito compartir con todos ustedes el siguiente relato con el que tropecé, a propósito de este mes octubre conmemorarse el octavo aniversario del fallecimiento de un gran compañero de letras, que por cierto nunca lo conocí pero, sin embargo, su espíritu tantea los pasos a quienes reconocemos su existencia: Oswaldo Calisto Rivera conocido como Cachibache.

Si algo exquisito tiene la vida es encontrarse con fenómenos dislocados de la racionalidad a la que muchas veces estamos sometidos. Curiosamente me encontraba realizando la recopilación de autores nacidos a partir de 1979/novísima poesía ecuatoriana (“Premonición a las puertas”), entonces, con Diego Velasco Andrade coordinador de mi investigación incluimos el libro de Cachibache, que por cierto, también forma parte de la antología "La Maldición del poeta"- poetas cuyas vidas fueron truncadas-, realizada por Johanna López Santos. Por aquellos días Recibí un mail de gratitudes por parte de sus familiares, es decir, difundir y mostrar el proceso de una antología, libro, investigación, sobre todo con la facilidad de la tecnología, llevan a unir y establecer nexos con las personas allegadas.

Cecilia Rivera y Maricela Rivera, madre y hermana me invitaron a compartir en su casa anécdotas de Oswaldo, quienes evocan cada situación cada gesto de su presencia, como si estuviera presente. Recuerdan sobre todo su desempeño y dedicación a la escritura y a la pintura, fue tallerista en la C.C.E hasta el año 2000. Pues, hoy en día, uno de sus mayores anhelos es sacar la memoria del cajón, que la labor artística de Oswaldo sea reconocida y valorada, a pesar de su trágica muerte, como su madre mismo me aclara: que mucho se ha dicho y rumorado durante largos años acerca de su muerte como un autoatentado, y por respeto a su señora madre y al mismo artista no se ahonda en detalles del suceso, según sus familiares atentaron contra la vida de Oswaldo. Es difícil ponerse el saco para tratar de explicar estas dolorosas situaciones. A la larga es su labor intelectual la que nos cita para hablar, la que nos interesa estudiar y reflexionar. Lo importante es recoger su legado, que no viva en el olvido como su madre me lo afirma, estoy seguro que el lo hubiera querido así. De ser posible se hará una exposición pictórica de sus cuadros en la C.C.E “Benjamín Carrión”. Y si de algo me he quedado sorprendido, puedo decir, primero es el mutismo y silencio en el que han vivido sus familiares tras su desaparición, a su corta edad 21 años, ya había logrado confabular pintura y poesía. Innumerables cuadros que cuelgan las paredes de la casa y tres libros inéditos de poesía los cuales posiblemente sean editados.

III.
Leda oh espía cercada en la llanura del profeta
cuando tu alma empiece a elevarse
coronando al orador ligero y cirrótico.
(fragmento de parte I)

I.
La muerte alarga una pipa de diamante y exhala, y pronuncia un beso
una oración interminable sobre la frente de la nube
los ángeles del sueño abordan el recogimiento de la tarde
y el pediatra frustrado ante el crespón de grillos azules.
(fragmento de parte III)



“Rojo encanto de marmota” (C.C.E, año, 2001), fue su primer y único libro publicado, el cual es un canto al misticismo propio de la espiritualidad del ser humano, con paisajes y animales exóticos, jardines, pasajes y personajes religiosos, un disparo de imágenes que atraviesan el mismo surrealismo, con un lenguaje ampuloso de símbolos que nos dan la sensación de contemplar valles, desiertos, y terminar arrinconados en la planicie de un desentendimiento racional. El cual descontextualiza el sentido de la lectura. Es un libro que en nada se engarza con la realidad que vivimos, mediante la palabra Cachibache construyó un mundo supremo, donde el ideal y la mística son los elementos principales de cada verso. Queda la paradoja: “Rojo encanto de marmota” ¿es un juego de palabras, barajas lanzadas al azar o un cúmulo de visiones oníricas a las cuales el autor estaba saturado y por ende desajustan el sentido de la realidad?.


Además, Oswaldo consta en las Memorias del Primer Festival de poesía joven “Hugo Mayo” Guayaquil, 2005, organizado por el grupo buseta de papel. El mejor halago para un escritor o artista es ser leído, analizado y reflexionado, por ende a 8 años de su partida su palabra sigue radiante en la memoria de quienes hemos podido acceder a su escritura.

2 comentarios:

  1. GRACIAS por la noooota chibachense. he leido su encanto de marmota.... ME LLAMO MUCHO LA ATENCION sus textos
    saludos

    PACO BATISTA

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