jueves, 2 de octubre de 2008

JORGE VELASCO MACKENZIE ESCRIBIÓ ACERCA DE LA.KBZUHELA

En el mes de abril (2008) estuvimos presentando nuestros libros en Guayaquil, el prestigioso escritor Jorge Velasco Mackenzie hizo la presentacion de estos. Narrador, catedrático universitario y ensayista. Nacido en Guayaquil en 1949. Coordinó los Talleres Literarios del Banco Central en Guayaquil. En 1975 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Universitario de Cuento convocado por la Universidad Técnica de Machala; Primer Premio Concurso Nacional de Relato, 1983; Primer Premio Concurso Nacional de Teatro, 1983; Primer Premio Novela Edita, SEDE, 1983; Primer Premio "El cuento de las mil palabras", revista Vistazo, 1987. La mejor edad para morir se titula su obra mas reciente.

PARA EL NUESTRO SIEMPRE GRACIAS .


JORGE VELASCO MACKENZIE PRESENTÓ LOS LIBROS DEL
GRUPO DE CREACION LITERARIA LA.KBZUHELA

CASA DE LA CULTURA-GUAYAQUIL
4 DE ABRIL DEL 2008


DE IZQUIERDA A DERECHA: JOHANNA LOPEZ, AUGUSTO RODRIGUEZ (INTEGRANTE DE BUSETA DE PAPEL), FREDDY AYALA, GUSTAVO BETANCURTH, ANDREA SAMANIEGO

TAMBIEN CONTAMOS CON LA PRESENCIA DE AUGUSTO RODRIGUEZ (INTEGRANTE DE BUSETA DE PAPEL) Y JOSE NÚÑEZ

TEXTO LEIDO Y ELABORADO POR JORGE VELASCO MACKENZIE


Me he planteado tres formas de abordaje para la presentación de estos libros del grupo Kbzuhela de los talleres literarios de la Casa de la Cultura de Quito, coordinados por el poeta y escritor Diego Velasco Andrade. Primero estaría la conformación de un grupo literario, el reconocimiento de que se trata de una generación que se autodenomina Fractal, de fractura debe ser o sea de ruptura frente a otras generaciones. En seguida estada el ejercicio, el aprendizaje que se produce en los talleres literarios en nuestro país; después seguirían los productos, los textos en sí mismo considerados, 3 de ellos de poesía y dos de prosa narrativa. Sin embargo quedada siempre la posibilidad de invertir este orden arbitrario que yo propongo esta noche. Por ejemplo, si escogiéramos hablar primero de los textos, aparecería por supuesto la concepción de la literatura que ellos tienen, a su vez la manera como en un espacio de aprendizaje (el taller) han llegado a ella. O también partir precisamente del taller, donde nacieron, se descubrieron esas nuevas concepciones., lo fractal que se refleja en la escritura, el tejido verbal de los textos.

Quisiera elegir mi propuesta inicial, dejándole a ustedes las otras, es decir iniciar con lo generacional partiendo de la determinación de las edades de sus autores, que no importa mucho, es verdad, pero son indicadores de su madurez y concepción del mundo. Así, Juan Mogrovejo, el mayor del grupo, tiene 32 años; Andrea Samaniego, la menor, apenas 23, pasando por Freddy Ayala, 25; Paúl Miño 24 y Johanna López 29.

Recordemos que las generaciones literarias han existido desde toda la vida en el universo de las letras, son un puente que une a los escritores con la sociedad que habitan, y a la vez a esas obras con sus lectores. Una generación literaria es un hecho biológico y cultural. Toda generación aparece como un grupo de seres más o menos de la misma edad, como en este caso, que han nacido dentro de la misma clase social ( a veces hay tránsfugas sociales, es verdad) y en la misma ciudad o país. En la mayoría de los casos, los miembros generacionales, leen los mismos libros y están poseídos de iguales pasiones (tanto amatorias como vitales), tienen los mismos intereses estéticos y políticos, etc. Pero esas generaciones pueden estar divididas por disidentes que piensan y obran diferente, sin embargo los asuntos centrales de sus textos son semejantes, lo que los diferencia son sus trasfondos ideológicos de esos temas, sus gustos por colores, ritmos verbales y por qué no decirlo sus antipatías. Este grupo literario generacional Kbzuhela, así lo demuestra, desde ese intento de desacralizar lo literario, desde la presentación de sus libros, todos con la misma introducción y declaración de principios, sus gustos y lo que esperan lograr con su ejercicio creativo, después el texto, poético o narrativo impreso de manera invertida, con tipografía alternada de minúsculas y mayúsculas, etc. Sin duda, durante largas sesiones de taller esto fue muy debatido allá en el tercer piso del edificio de la Casa de la Cultura de la capital donde funciona.

Y bien, ¿qué es eso de un taller literario? , se estarán preguntando algunos de los presentes en esta sala. ¿Se podrán clavar las metáforas? ¿Coser un personaje y barnizar una escena? ¿Serruchar un argumento y cepillar un desenlace? Casi. Un taller es ante todo el lugar de las palabras, de hecho hasta llegamos a publicar una muestra con este título cuando yo coordinaba un taller de Difusión Cultural del Banco Central. Un sitio donde un escritor de mayor experiencia se reúne con sus integrantes periódicamente para discutir, corregir, mejorar sus textos. El principio central de un taller de escritura es la consideración de que la literatura es un don y una dificultad adquirida. El integrante trae el “don” y el coordinador le pone la dificultad, eso que convierte al texto en una obra literaria. Difícil y paciente tarea que Diego ha cumplido con su grupo, dotándolo de una fresca función de la escritura, aun desde sus títulos novedosos:

Kaleidoscopio, Pravda, Cuentos involuntarios, Zaratana y Certezas Híbridas. Escribe
El coordinador del taller en la presentación de estos libros, algo que merece citarse in extenso:

“Cuando algunos nuevos y viejos anarquistas prefieren encontrar en el Internet y el ciber espacio o en el hipertexto del blog, aquella suerte de biblioteca de Babel electrónica y tela de aralia para enredar los bucles y el bigote del otrora escritor maldito, con sus cómodos mitos y ritos de solitaria y gótica inspiración, una noción nueva, fresca, progresista y diversa de grupo literario, irrumpe en nuestro medio con el proyecto editorial colectivo: la Kbzuhela, que hoy presentamos."

Quisiera comenzar por la poesía, un género que ha sido sublimado y a la vez despreciado, sobre todo en los ámbitos editoriales. Yo creo que la idea del poema no puede definirse fácilmente, de alguna forma es una anti idea, en el poema la sensación de las palabras busca un sonido, un ritmo, cuando ese sonido acierta, la idea del poema se despliega, sin fórmula, la verdadera idea del poema es una presencia, un acto que aparece en el texto como un tejido de sonoridades. El poema no busca exponer ideas sino crear momentos del lenguaje. El poema no comunica, es. Tal parece ser el intento de los tres libros de poesía de esta colección. En el apartado mandala, de Pravda, el libro de Andrea Samaniego he podido encontrar los mejores registros poéticos de eso que su prologuista anuncia: inciertas "sensaciones escondidas que calan los pensamientos, más allá de las palabras”, escribe Andrea: Sé qué quieres huir, que es inmensa la casa y que no cabes por las ventanas, pero dentro tendrías miedo/. En algunos de estos textos, un hecho cotidiano, una espera, una cita, alcanza dimensiones ejemplares con pocas líneas: Invento luces, fantasmas/trenes que te han impedido el camino! Se paralizan las letras/que brincan en mis sillas/hace tres horas que te espero!. Los versos de un poema son experiencias vinculadas a un enfoque vital, a un movimiento que se realiza en la seriedad y en el trabajo de la vida. Rilke decía que para escribir un solo verso hay que agotar la vida, tal vez el autor de los Cuadernos de Malte agotó la suya, no sé si esto es lo que hará Freddy Ayala Plazarte con Zaratana, libro de hermosas y valientes realizaciones poéticas, casi en el azar de Mallarmé: El sol escapa por un grifo! con el primer dado de la noche/un anillo! desprendes de tu dedo/y lloras sobre el bálsamo. Un niño lanza/monedas sin valor/al fondo de un pozo/mientras el anciano/abandona su bastón! cuando son las seis de la tarde!. Parece que en el poema se expresa aquello que los seres callan, no en vano ese el sentido del poema, si es que hay un sentido. Walter Jimbo dice de este libro que no es fácil hablar de este libro, descifrar a través de sus líneas el paraíso o el infierno inventando líneas /gota a gota de un solo aguacero! que denuncien el contenido de la imaginación y su espíritu. Me sorprende la manera como Ayala Plazarte encuentra espacios poéticos, escenarios donde su lírica se posesiona, creo que el autor debe ser buen lector de cuentos o novelas: En la esquina un hombre ciego tantea sus harapos/junto al perro nunca nombrado/sus dedos hormiguean en los bolsillos/las migas de saliva que le restan!. Buen comienzo, excelente comienzo de este libro como el de Johanna López Santos que es aun más radical, más posmoderna, sin globalización desde luego, ni neoliberalismo, esos son males y no tienen nada que ver con la poesía, o si lo tienen deben ser tratados como los últimos círculos del infierno del Dante. Ella dice que: el mundo va perdiendo importancia/terminaré de escribir/bufeo! herrumbre/Borraré las imprecisiones!. Un universo que se despliega en contradicciones, mágicas contradicciones que lo vuelven habitable.

Yo no sé por qué razón la lectura este libro de cuentos Kaleidoscopio de Juan Pablo Mogrovejo me ha hecho pensar en la noche, tal vez porque se refiere a iris y retina, la visión perdida y recuperada a todo aquel que quiera observar. El trabajo del taller se evidencia en estos textos, y el talento de su autor, desde luego, porque sin eso no podría ejercitarse. El autor tiene un hábil manejo de secuencias narrativas idónea, los personajes intercambian sentidos sorpresivos, no esperados, llevando a las historias hacia finales con desenlaces límite como sucede con Bailando con Toulouse donde el narrador deambula por la ciudad más literaria del mundo Paris. O recrea el absurdo de la muerte en una bicicleta a lo Alfred Jarry, no en vano el cuento está dedicado a él. Cuentos situacionales, un despertar del lenguaje y la vida del lenguaje, de personajes que se suceden como en una galería de atormentado de la vida diaria.

Finalmente el más cotidiano de todos, que es a la vez el más agresivo, se puede ser agresivo pero no violento en literatura, es decir tratar los temas de manera descamada, sin remilgos, y ese debe ser el caso de este joven autor Paúl Miño Armijos, quien en Bang, por ejemplo, realiza un monólogo alucinado y terrible, quede para él mis parabienes pues en un universo narrativo como el suyo, le quedan espacios también terribles para su aceptación, dado la poca experiencia de nuestros lectores.

Yo sé que estas palabras han sido solo eso, una presentación de una evidencia de trabajo y talento de los integrantes del taller de Diego, por esta causa, queden ahí mis palabras.

1 comentario:

  1. bien, parece que Jorge si ha tenido tiempo de leer y comentar
    sus libros, y eso sin consultar
    el diccionario o sin acudir a la
    vejestoria lupa como otros... en especial, sin irrespetar a sus autores con boboscomentarios sindromistas y/o telegráficos

    como decía nuestro hermano
    Alfonso Chávez Jara

    SALUD VIENTOS
    ABAJO EL COMEJEN

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